La recuperación inicial suele durar entre 7 y 10 días, tiempo en el que se recomienda reposo relativo y evitar esfuerzos físicos. A partir de la segunda semana, la mayoría de los pacientes puede retomar su rutina diaria. La inflamación disminuye progresivamente durante los siguientes meses, y la forma final de la nariz se consolida entre los 6 y 12 meses posteriores a la cirugía.
En la mayoría de los casos, la rinoplastía se realiza con una técnica abierta que deja una pequeña cicatriz en la base de la nariz (columela). Esta cicatriz es mínima, prácticamente imperceptible con el tiempo, y en muchos pacientes resulta invisible a simple vista. Además, utilizamos técnicas de sutura y cuidados postoperatorios para optimizar la cicatrización.
Sí, especialmente si hay alteraciones funcionales como desviación del tabique o problemas estructurales que dificultan la respiración. En Rinoplastía Integral Bilbao, abordamos tanto los aspectos estéticos como funcionales de la nariz. Mejorar la respiración es una parte clave de nuestro enfoque integral.
Las rinoplastías secundarias (o de revisión) requieren una evaluación más detallada, ya que cada caso presenta retos específicos. En nuestra clínica contamos con amplia experiencia en este tipo de intervenciones. Estudiamos cuidadosamente la anatomía nasal, el historial quirúrgico y las expectativas del paciente para diseñar un plan personalizado que mejore tanto la función como la estética de la nariz.
Los primeros cambios son visibles en las primeras semanas, pero los resultados definitivos se alcanzan entre los 6 y 12 meses después de la cirugía. Durante ese tiempo, la inflamación se va reduciendo gradualmente, permitiendo que la forma final de la nariz se defina con naturalidad. Te acompañaremos en cada etapa del proceso para asegurarnos de que todo evolucione según lo previsto.